Que importante es la luz en la fotografía y para las fotos reflejadas es la mitad de la fotografía y como no puede ser luz artificial, que estamos en el exterior, necesitamos al sol, es nuestro alimento, como en la novela "los propios dioses" de Asimov. Por eso todos los lugares fotografiados requieren varias revisiones, varias sesiones en distintos días y a distintas horas, para sacar lo máximo del lugar.
Esto es en la plaza de la Catedral y aledaños. Es una primera sesión en la que el sol no ayudaba mucho, pero por contra había una concentración de "puntaires" (encajeras de bolillos) a lo largo de toda la Puerta del Ángel y que llegaba hasta la Plaza de la Catedral y desde ésta hice unas fotos que me recuerdan algunas pinturas clásicas. Fue una oportunidad casi única, porque esos encuentros se celebran solo una vez al año.
También hice otras y las más destacadas son estas, aunque ya digo que el sol dejaba mucho que desear, pero para no perder el viaje las hice.
La colección completa está a vuestra disposición en la Plaza de la Catedral.