Estos días atrás, concretamente el día de los Santos Inocentes, estuve en el Niemeyer y un rato más tarde le conté a una persona muy mayor y que es muy inocente, que para que la cúpula no parezca un huevo, la nueva gestora la estaba pintando de rosa y cortando en rodajas con unas máquinas enormes. Después le enseñé la foto de arriba y me dijo "... pues no la están pintando de rosa...". Seguí diciéndole mentiras, a cual mas gorda, hasta que se dio cuentas del día que era.
Por supuesto, estas fotos están hechas en verano, cuando había esta exposición de esculturas de Cristóbal Gabarrón. Ahora en Navidades ya no estaban. En el Centro Cultural siempre me pareció que había mucha soledad, ahora me parece muy solitario...
No obstante vi que el bar de las sillas de plástico naranjas cutres seguía funcionando y también había gente en la recepción y fui a preguntar si había alguna actividad y las perspectivas futuras. Sobre la segunda, me dijeron que los nuevos responsables están trabajando en ello y se lo están pensando y que a ellos no les llega información de ese trabajo. En cuanto a la primera, me dijeron que la única actividad son visitas guiadas al Centro, eso si, gratuitas, para verlo totalmente vacío y "...volver así a su esencia."
Genial el marketing. Entrar en algo vacío es volver a su esencia... Si el que no vende humo es porque no quiere.
Espero lo mejor para el Niemeyer por el bien de todos, especialmente de Avilés.
Y por último, la colección en diapositivas.
Què maravilla, estas fotos son espectàculares. Tienes razòn, aveces es solo necesario tener un poco de ganas de ver màs allà para verlo. Un abrazo.
ResponderEliminarSara .
Sara, muchas gracias por tu amabilidad. Es cuestión de mirar de otra forma, de fijarse en todo y sobretodo en cosas que por su cotidianidad no las vemos, se nos hacen invisibles..., si no nos fijamos.
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